
Tratamientos faciales básicos para el cuidado de la piel
El rostro es nuestra carta de presentación. Por eso, ofrecer tratamientos faciales efectivos y adaptados a cada persona es esencial en estética. Conocer los pasos básicos y cómo personalizarlos según cada tipo de piel es el primer paso hacia un servicio de calidad.
1. Limpieza facial profunda:
Elimina impurezas, restos de maquillaje y células muertas. Es la base de cualquier tratamiento posterior y mejora notablemente la absorción de productos cosméticos.
2. Exfoliación:
Ayuda a renovar la piel eliminando células muertas. Puede realizarse de forma mecánica (scrubs), química (ácidos suaves) o enzimática. Debe elegirse cuidadosamente según el tipo de piel.
3. Extracción de comedones:
Se realiza de forma manual o con aparatología. Es fundamental para pieles grasas o con tendencia acneica. Siempre debe hacerse con técnicas higiénicas y controladas.
4. Tonificación e hidratación:
Ayuda a equilibrar el pH de la piel y a mantenerla nutrida. Se utilizan tónicos, sérums y cremas específicas. Adaptar los productos a cada tipo de piel es clave.
5. Protección solar:
Nunca debe faltar al final de un tratamiento facial. El protector solar ayuda a cuidar la piel tratada y previene el envejecimiento prematuro.
Además, según las necesidades de cada persona, se pueden incluir mascarillas, aparatología como alta frecuencia, y productos con principios activos como ácido hialurónico, vitamina C o colágeno.
Formarte en tratamientos faciales no solo te permitirá brindar resultados visibles, sino también ganar la confianza de tus clientas. En Formación Estética Elizabeth Cisneros podés aprender con clases prácticas, acompañamiento y herramientas reales para destacar en el rubro.